"Matices de la abstracción"
Si la realidad histórica nos transporta a través de una nueva conciencia a nuevas realidades, el instante se convierte en un inicio personal de mundos ensoñados que la propia vida va creando. Y será el propio subconsciente el que buscará por un transitar entre lo espiritual y mental el preciso momento en el que viene a nuestra mente el elemento sígnico, esa clave precisa que nos descubre ante nuestro propio hechizo una relativa libertad, convirtiéndose en su máximo indicador.
Representación de lo espiritual por donde transita la obra que nos presenta Charo Peiró en La Linterna, a través de un trabajo que recorre la tradición de la pintura abstracta, más allá de lo representacional.
Líneas geométricas, cuya neutra horinzontalidad y verticalidad nos permite descubrir diferentes significados mediante el icono, de emociones intensas, como en un juego de notas musicales, donde vislumbrar en cada pieza la reflexión de un Pathos universal y personal.
El placer de Matisse, la espiritualidad de Mondrian, y la angustia de Rothko, reaparecen en una evocación de volver a los matices de la abstracción.
Entre suaves trazos, aparece un universo ilimitado, donde la concepción racionalista de la pintora nos remite en cierto modo a aquel análisis kantiano en el que los objetos sensibles, pensamientos e intuiciones, da formas en las que el entendimiento y el sentido son inherentes uno al otro.
Rosa Ulpiano.
(Texto publicado en PostData, Diario Levante, el 19-12-03)
Si la realidad histórica nos transporta a través de una nueva conciencia a nuevas realidades, el instante se convierte en un inicio personal de mundos ensoñados que la propia vida va creando. Y será el propio subconsciente el que buscará por un transitar entre lo espiritual y mental el preciso momento en el que viene a nuestra mente el elemento sígnico, esa clave precisa que nos descubre ante nuestro propio hechizo una relativa libertad, convirtiéndose en su máximo indicador.
Representación de lo espiritual por donde transita la obra que nos presenta Charo Peiró en La Linterna, a través de un trabajo que recorre la tradición de la pintura abstracta, más allá de lo representacional.
Líneas geométricas, cuya neutra horinzontalidad y verticalidad nos permite descubrir diferentes significados mediante el icono, de emociones intensas, como en un juego de notas musicales, donde vislumbrar en cada pieza la reflexión de un Pathos universal y personal.
El placer de Matisse, la espiritualidad de Mondrian, y la angustia de Rothko, reaparecen en una evocación de volver a los matices de la abstracción.
Entre suaves trazos, aparece un universo ilimitado, donde la concepción racionalista de la pintora nos remite en cierto modo a aquel análisis kantiano en el que los objetos sensibles, pensamientos e intuiciones, da formas en las que el entendimiento y el sentido son inherentes uno al otro.
Rosa Ulpiano.
(Texto publicado en PostData, Diario Levante, el 19-12-03)
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